Desde que Colón levantase el estandarte de cristo en el 'Nuevo Mundo', los españoles hemos sido colonizadores también. Al mismo tiempo, portugueses, holandeses, franceses, ingleses e italianos se montaban en sus barcos y colonizaban el mundo. Fue llamado la 'Era de los descubrimientos'.
Allá que iba el europeo con sus armas, sus leyes y su comercio a explotar los continentes y a someter a otras culturas: a África, América, Asia arribaron miles de personas en busca de un sueño de prosperidad, pero también, detrás, estaban las monarquías ansiosas de conseguir oro y plata para subvencionar sus guerras. En esta larga cadena de sucesos, muchos europeos se dieron cuenta de la crueldad que suponía la colonización e intentaron protestar, aunque la mayoría de las veces sus voces fueron calladas.
Luego llegó el siglo XIX, el capitalismo y la industrialización. El europeo llevó sus máquinas, su educación y sus ejércitos. Trazaban extensas rayas en los mapas, dividiendo el territorio en función de los recursos, y en función de las relaciones de poder con las otras potencias colonizadoras. De este modo, cortaron por la mitad culturas, pueblos, lenguas y pensamientos; luego, les dieron privilegios a unos y apartaron del poder a otros; luego, les dieron armas a unos y esclavizaron a otros; Así durante generaciones.
Entonces, vino el siglo XX y las guerras entre los mismos colonizadores acabó con el ego imperialista y tuvieron que abandonar las tierras que habían colonizado. Entonces, dejaron un panorama de guerras civiles y desordenes allá donde habían pisado. Los europeos, sin embargo, evadiendo responsabilidades, miraron hacia otro lado, como si nunca hubiesen roto un plato. Masacres, epidemias, hambrunas, la sangre corre a raudales en esos países. Entonces se dieron cuenta que, en realidad, los recursos se estaban acabando en el mundo y existía la necesidad de mover fichas para volver a controlar esas tierras; pero ya no podían ir con los estandartes en alto, pues la conciencia del europeo había cambiado, y esas voces que antes eran calladas con leña y plomo, ahora eran muchísimas.
No obstante, habían creado las 'guerras ocultas': así pues, subvencionaron a guerrillas, ejércitos paramilitares, mercenarios y dictadores a cambio de poder y millones de dolares y, sobre todo, a cambio del control del territorio por empresas occidentales. Esos países, antes colonizados, juegan un rol cambiante según la situación: pueden ser amigos de los europeos, pero también pueden ser enemigos, si ellos no permiten que los recursos de su país sean explotados... Allende, Bin Laden, Hussein, Gaddafi, Al-Ásad, ... El próximo no lo sabemos... Pero seguro que será un país donde abunde el petróleo o el gas natural. Ahora, en el presente, los países colonizadores reciben miles de emigrantes y refugiados que huyen de los conflictos que nosotros hemos creado. Ellos huyen de la guerra, el hambre y la miseria, pero se mueven también por el 'sueño americano'. que les hemos vendido y que ellos han visto en las películas de Hollywood; el mismo sueño que nos vendieron durante siglos cuando nos mudábamos a sus países.
Esta es la triste historia de todos los conflictos existentes del presente.