El más eficaz instrumento de control que existe hoy en día es el Miedo. Los gobernantes lo saben y por eso despliegan sus armas de "comunicación masiva" con el objetivo de inducir en el individuo una respuesta orgánica: deseo, rechazo, aceptación o negación. Esto es muy fácil de entender, si lo explicamos desde un punto de vista más cotidiano. Por ejemplo, ¿qué serían de los millones que compran Coca-Cola o San Miguel sin el deseo que genera su publicidad? ¿Qué sería de la Nación Española si no alimentara el rechazo a los vascos o catalanes?
En el caso del que estamos hablando la respuesta orgánica es el Miedo; da igual que sea Miedo al ébola, a la gripe aviar, al terrorismo, a Korea del Norte o a los ayatolás iraníes... nos lo inculcan siempre por una razón, generalmente económica, política o abstractiva.
A diario cientos de miles de personas mueren por enfermedades mucho menos malignas que el ébola, por hambre o por la guerra... pero ahora toca el ébola. ¿Por qué? Esta es la pregunta que todos nos deberíamos formular.